Dos mejores amigos del monopatín van a Amsterdam para participar en un torneo. De camino a una cafetería, conocen a un hombre sexy con la cabeza rapada. Aceptan la invitación del tipo para unirse a ellos en su casa de okupas. Allí, les presenta a su colega y les hace saber que necesitan polla. Tan buenos montando en tabla como en culo, los machitos van a poner a su disposición los agujeros cachondos de la ciudad. Orgullosos y excitados, se ponen a tope antes de follar como jefes.