Al dominante daddy Dale le encanta la dureza y la rudeza, y la crudeza total. Un jovencito caliente, tonificado y apretado es la comida perfecta para él, y con el jovencito superdotado Charley Cole en el menú, no podría estar más contento. Mientras dan entrevistas sinceras a la cámara para preparar su escena, Dale y Charley no tardan en ponerse a trabajar en la cama, con la madera crujiendo bajo sus enérgicos empujones, bombeos y golpes anales. El maestro Dale hace honor a su nombre cuando lanza a Charley, haciéndole hacer exactamente lo que desea, todo mientras se entierra su polla dentro del suave y joven agujero, sintiéndose piel con piel en las profundidades de su actual conquista.