Playboy Kayden Gray nunca se detiene para sorprender a sus fanáticos. El aturdidor británico está construido como una casa de de ladrillo y colgado como un pony. Por su cuenta durante un fin de semana en el campo, Kayden decide jugar con él. Acariciando cada parte de su cuerpo perfecto, acumulando una carga caliente en sus bolas, ha decidido probar su propio jugo.